Panoramica

Mosaicos récord en el monumento de Guillermo II

Frente a la pequeña Plaza de Guillermo II, en el pueblo de Monreale, se encuentra la majestuosa Catedral, una joya indiscutible del arte árabe-normando. Según la leyenda, fue la Virgen quien, apareciendo en un sueño a Guillermo II, le reveló que encontraría un tesoro allí donde dormía y le pidió que lo usara para edificar una iglesia en su honor.

La construcción de la Catedral de Monreale, que también incluye el Convento y el Palacio Real, comenzó en 1174. Desde 2015, ha sido incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO.

El exterior se caracteriza por los arcos puntiagudos superpuestos, el juego de volúmenes, las austeras torres de toba que enmarcan el pórtico blanco y la vibrante decoración de las absides. Pero la verdadera maravilla se encuentra en el interior: las tres naves están completamente cubiertas con enormes mosaicos sobre fondo dorado. Esta es la decoración mosaica más grande de Italia, la segunda del mundo después de la de la iglesia de Santa Sofía en Estambul: más de 6,000 metros cuadrados de teselas de vidrio y piedra.

La verdadera joya del monumento es el imponente Cristo Pantocrátor que decora el ábside central, que parece bendecir a los fieles. Levanta la vista y prepárate para quedarte sin aliento. Además, si te desplazas a lo largo de la nave de derecha a izquierda y viceversa, parecerá que te sigue con la mirada. Se recomienda una visita a todo el complejo.